El papa Francisco fue despedido por miles de fieles y líderes de todo el mundo durante una emotiva ceremonia en el Vaticano. La misa exequial celebrada en la Basílica de San Pedro reunió a una multitud que desbordó la explanada, marcando un momento significativo en la historia de la Iglesia.
La ceremonia inició con la llegada del féretro, escoltado por miembros de la Guardia Suiza, a la nave central, donde fue recibido con aplausos y vítores por los presentes. La liturgia estuvo a cargo del cardenal Giovanni Battista Re, quien ofreció una plegaria en honor al pontífice argentino que dejó una huella profunda en la religión cristiana.
El Legado del Papa Francisco
El legado del papa Francisco fue recordado por muchos durante el funeral, destacando su compromiso con la paz y la justicia social. Durante la misa, se enfatizó su papel como un líder espiritual que siempre buscó unir a las personas, independientemente de sus diferencias.
El presidente Javier Milei, junto a otros dignatarios como Donald Trump, Emmanuel Macron, y Lula Da Silva, asistieron a la ceremonia, respetando el protocolo de luto. Las imágenes de la transmisión oficial mostraron a estos líderes en primera fila, mostrando el respeto global hacia el papa Francisco.
La Ceremonia de Despedida
La misa exequial se llevó a cabo ante una impresionante concurrencia de fieles y dignatarios internacionales. El féretro fue trasladado a la plaza, donde la ceremonia se desarrolló con un profundo sentido de solemnidad y respeto. Tras la misa, se realizó un cortejo fúnebre que recorrió varios puntos simbólicos de Roma, finalizando en la basílica de Santa María la Mayor, donde se llevó a cabo el entierro, conforme a su voluntad expresada en su testamento.
Este evento no solo marcó el fin de una era, sino que también unió a personas de diferentes orígenes en un momento de reflexión y homenaje. La figura del papa Francisco seguirá resonando en el corazón de quienes lo admiraron y respetaron.
Con su partida, el mundo cristiano se enfrenta a un nuevo capítulo, pero su mensaje de amor y paz perdurará en las enseñanzas que dejó durante su papado. Su legado, sin duda, se considera eterno.
